Ignacio Nieto
31 Marzo / 11:39h

Juan Navarro, otro gran músico por descubrir

El pasado 15 de marzo de 2015 el Grupo de Música Antigua de la Universidad de Valladolid interpretamos en un concierto celebrado en Valladolid dos obras del compositor Juan Navarro, músico de origen sevillano que peregrinó por algunas de las catedrales más importantes del siglo XVI español y, más en concreto, por varias castellano leonesas, como Valladolid, Ávila, Salamanca o Palencia, donde ejerció como maestro de capilla.

Juan Navarro es considerado por la musicología actual uno de los maestros que marcó la vida del genio abulense Tomás Luis de Victoria, así como de Sebastián Vivanco. Sin embargo, resulta llamativo que, pese a que su importancia ha sido reconocida por la comunidad científica, únicamente haya sido objeto de estudios puntuales que se remontan a la segunda década y los años ochenta del siglo XX. Estudios, asimismo, centrados en géneros muy particulares -como los himnos y magnificats-, que gozaron de gran popularidad y difusión tras el Concilio de Trento.

Es en este punto donde cobra importancia el hecho de quela Iglesia de Santiago de Valladolid atesora en su archivo el conocido como Códice de Santiago. Una valiosísima fuente copiada en 1616 que recoge piezas de algunos de los máximos representantes del siglo XVI español, como Francisco Guerrero, Rodrigo de Ceballos, etc. y que ha sido objeto de algunos estudios puntuales. Precisamente, el Códice incluye entre sus páginas el mayor corpus de motetes de Juan Navarro conocido hasta la fecha, que asciende a un total de doce composiciones. Un género  -el motete-, que precisamente se caracteriza por mostrar la impronta más personal y artística de cada uno de los compositores y que, en el caso de Navarro, no han sido ni transcritos ni estudiados hasta la fecha en su mayor parte.

Un equipo de musicólogos, algunos de ellos pertenecientes al Grupo de Música Antigua de la UVa, hemos asumido el reto de poner en valor la injustamente infravalorada obra de Navarro. A lo largo del año 2015, precisamente el momento en que se conmemora el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús (ilustre y universal castellana contemporánea del compositor),  este equipo asumirá el reto de transcribir, editar, publicar e interpretar la gran mayoría de estos motetes que, en primera instancia, están resultando de un gran valor musical. Estas investigaciones permitirán establecer nuevas pautas de análisis y compresión de la música religiosa del renacimiento español y europeo, con especial hincapié en la creación de Tomás Luis de Victoria.

El primer paso lo dimos en el concierto del pasado 15 de marzo en el que, posiblemente por primera vez en varias centurias, se interpretaron de nuevo dos motetes de Juan Navarro, concretamente los titulados  “Dicebat Iesus turbis iudeorum” y “Cum sublevasset ergo oculos meos”.

 

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